La semana pasada no hablé con vosotros porque estaba en Praga.
Praga es la capital de la República Checa; es una ciudad muy bonita, con edificios importantes.
En la plaza de la Ciudad Vieja, concretamente en el Ayuntamiento, hay un reloj astronómico con unas figuras que se ponen en movimiento cada hora.
Cuando el reloj da la hora en punto, en lo alto de la torre tocan una trompeta. Hay siempre mucha gente mirando.
Una plaza muy importante para la historia reciente de Chequia es la de Venceslao. Allí la gente se reúne y manifiesta junto a la estatua del rey Venceslao.
En esta plaza, en enero de 1969 un estudiante llamado Jan Palach se quemó a lo bonzo para protestar por la invasión rusa de Checoslovaquia, que acababa con la Primavera de Praga. A este estudiante se le sigue recordando. En su facultad una escultura con su máscara mortuoria le rinde homenaje.
Otro día os contaré más cosas de Praga.
¡Praga, qué chulo! Un viaje pendiente...
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